Sobre Rubén
Psicólogo especialista en Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), Compasión, Mindfulness y Psicología del Deporte.

¿Por qué me dedico a esto?
Quizá, la verdadera razón por la que me dedico a esto es porque una profesora me dijo que no iba a llegar a nada en la vida.
Porque quizá personas que consideraba amigas me decepcionaron cuando me dijeron que no me veían de psicólogo.
De hecho, ni siquiera me veían en disposición de ayudar a otros.
No sé cómo explicártelo mejor pero me parece que siempre, o casi siempre, me he encontrado rodeado de personas que, por alguna razón, me transmitían que no creían en mí.
Asi que quizá, esa rabia que me daba sentir que no creyesen en mí, hizo el resto.
Porque, desde entonces, he acompañado a 609 personas una a una de manera ininterrumpida a lograr sus objetivos, a sentirse mejor y a vivir sus vidas como quieren hacerlo.
Tanto online como presencialmente, tanto internacional como nacionalmente (New York, Miami, Suiza, Grecia, Londres, Madrid, Málaga, Huesca, Oviedo y Gijón).
Personas que vivían con sentimientos de inferioridad, culpabilidad, se sentían estresadas, preocupadas, ansiosas, depresivas, tenían problemas en sus relaciones, se percibían bajas de confianza, sin ilusión, faltas de claridad, bloqueadas o confundidas.
Pero lo que sí puedo asegurarte es, que con el paso del tiempo, prácticamente todas, han ido encontrando soluciones prácticas con resultados estables, duraderos y realistas a sus situaciones porque este apoyo se adapta a tu ritmo de vida y a tus necesidades actuales.
No al revés.
Aunque tenía muchas ganas de cambiar, tenía también muchos patrones y temas estancados en mí que en ese momento era incapaz de ver o liberar sola.
Rubén me ha enseñado a comunicarme, a vivir los sentimientos tanto buenos como malos libremente y sin pensarlos dos veces, y a sanar muchos temas que llevaba dentro.
Por todo esto, mi relación con mi familia ha cambiado, he logrado encontrar a alguien que me suma y con la que mantenga una relación sana, y he abierto mi empresa junto con mi socio, de la cual Rubén también me ha ayudado a organizar y evolucionar.
He aprendido a gestionar mis emociones comprendiendo que encontrarse mal está bien, ya que no siempre se puede estar bien.
Me ha ayudado y guiado a encontrar mi paz interior, lo que ha favorecido en tener relaciones sanas con la gente que me rodea y saber alejarme de las personas que no me aportan. Lo más importante es que ahora sé de qué forma afrontar una mala situación o un problema.
Tras el accidente tenía muchísimo miedo a la carretera.
Miedo que he conseguido superar poco a poco con los consejos, métodos y la confianza que Rubén tenía en mí.
Las primeras sesiones con Rubén me ayudaron a poner en orden mis prioridades en la vida,
A poner el foco en las cosas que me hacían sentir bien y qué podía hacer con las que me hacían sentir mal.
Hemos trabajado aspectos como la culpa, identificar y aceptar las emociones, gestionar los pensamientos negativos e interiorizar que estos son solo eso, pensamientos (me guardo para siempre sus ejercicios de atención plena).
También hemos hecho hincapié en los valores que quiero tener presentes, que me ayudan a crecer y llegar a ser la persona que quiero ser.
Incluso me ayudó a mantener la motivación y las ganas de competir en mi deporte durante el año de pandemia.
Después de todo este tiempo, mi relación conmigo, con las personas que me rodean, con el deporte y con mi trabajo han cambiado a mejor.
Porque no te explico cómo tienes que pescar los peces, sino que aprendes a pescarlos. Para que puedas contar con tus propios recursos y esa tranquilidad que te da el saber que puedes confiar en ti para superar cualquier cosa.
El problema es que para cambiar primero hay que aceptar y tu mente no está diseñada tan fácil para aceptar.
Está diseñada para cabrearse, para luchar o para huir por eso veces cuesta tanto cambiar.
Es como si a tu mente le diera igual que quieres cambiar y hacer las cosas diferentes aunque sufras.
Solo quiere que sobrevivas y eso a veces es poco útil si lo que quieres es sentirte bien y vivir una vida plena auténtica sin sentir que estás constantemente en una guerra.
Aquí te lo explico en detalle y qué tiene que ver tu mente con tu abuela pero vamos, para que me entiendas, me dedico a lo que me dedico porque que no creían en mí.