Sean cuales sean los motivos que te ha impulsado a saber como meditar, cuando uno se propone empezar a meditar, no debe buscarse un objetivo con ella. Es decir, no por meditar tu vida va a ser mejor o te vas a sentir más feliz.
¿Eres más feliz por el hecho de meditar?
Lo que sucede cuando practicas meditación de forma regular es que tu rango de percepción de la realidad se amplía. Entonces percibes las situaciones con un enfoque más detallado, más focalizado y más claro.
Para muchas personas esta nueva sensación de apertura mental les supone un descubrimiento tal, que sienten felicidad por ello.
Por abrir su campo perceptivo a límites que creían cerrados. Tu percepción de las cosas cambia cuando te mantienes presente. No solo con las personas sino con lo que más importa, que es contigo.
Para mantenerte presente existe un método que consiste en centrar la atención una y otra vez en la respiración llamado mindfulness.
Una vez practicado durante días este entrenamiento, sentirte en el momento presente resulta más fácil. Por ello para instaurar este hábito de forma automática primero aprende a meditar.
¿ Cómo se medita?
Siéntate en una silla donde te obligues a mantener una posición activa. Por posición activa entiende la espalda recta apoyada en el respaldo y la cabeza mirando al frente, sin tener la barbilla excesivamente hacia abajo o hacia arriba.
Si es la primera vez, puedes empezar también tumbado en el suelo mirando al techo o al cielo. Idealmente con los ojos cerrados. Brazos extendidos a los costados de tu cuerpo o bien con las manos encima de tu abdomen.
- Mantén una postura firme, que te permita permanecer alerta. Ojos abiertos o cerrados pero enfocados a un punto fijo.
- Si lo haces con los ojos cerrados, concentra tu mirada en la zona del entrecejo. Separa las piernas a la altura de las caderas y observa cómo es tu respiración y trata de respirar por la nariz todo el tiempo.
- No uses la boca para coger aire. No trates de controlar la respiración tan solo obsérvala, siéntela.
- Nota como vienen a tu mente pensamientos de todo tipo. Clasifícalos en buenos o malos si lo deseas. En futuros o pasados. También puedes contarlos como si fueran cromos.
- Aprende a bajar al barro lo que piensas constantemente porque no eres lo que piensas.Tras observar tus propios pensamientos como niños enrabietados, concéntrate en la respiración cuando vengan todas las ideas a aporrear las puertas de tu mente.
Presta especial atención a cuando estos pensamientos desaparecen.
Es decir, si vienen a tu mente muchas ideas atropelladas, déjalas estar, pero no te involucres o identifiques con ellas. En eso consiste esta técnica, en volver al presente una vez observes pasar los pensamientos intrusivos.
Equipara tus pensamientos como si fuesen olas del mar que vienen y se van.
Espera paciente a que se vayan por sí solos dando paso a otros nuevos mientras sigues cuidadosamente el foco de tu respiración. Identifica y pon atención al vacío o silencio que se genera cada vez que unos de estos pensamientos se marchan.
Si te desconcentras durante la práctica vuelve a tu respiración una y otra vez. Este es el secreto de meditar.
Enseñar una y otra vez a tu mente que tu estas eligiendo estar presente, volviendo tu atención a la respiración todas las veces que tu mente te saca de esto.
Haz esto una y otra vez durante el tiempo que dediques a meditar.